lunes, 4 de octubre de 2010

Deseo onírico

Anonadada se encontró en medio de la calle sin saber si continuar su camino hacia la nada o echarse a correr. No daba a lo que sus ojos divisaban a escasos metros y menos aun al haberlo tenido presente en sus pensamientos todo ese día.
Un empujón la hizo reaccionar y noto que sus facciones eran las mismas que aquel 5 de octubre en el que se conocieron. El se acercaba. Ella debía decidir si: cruzar de vereda, continuar por la misma, intercambiar miradas hasta que notara su presencia o hacer de cuenta que no lo vió. Sentía que el tiempo se había detenido y soñaba con desaparecer de ese lugar, pero ya era tarde.

Con una tímida sonrisa y sin saber como abordarla el la saludo, sentía como poco a poco el rubor en sus mejillas tomaba el control de su rostro, ella mirando al suelo lo saludo dejando sus pensamientos de lado y permitiendo que la situación fluyera sin que sus nervios intervengan.
Se hicieron aun lado del paso de los peatones y comenzaron a dialogar como viejos amigos que se cruzan después de mucho tiempo. Los minutos volaban mientras ellos se contaban detalles de su vida, con cada palabra la charla se hacia mas profunda motivo por el cual el propuso continuarla en un lugar más cómodo.
Doblaron en Mariano Moreno y tras caminar dos cuadras ingresaron en un bar, el cual había sido testigo de su primer encuentro. Mientras el pedía dos capuchinos, ella sentía un dejavu.

Más relajados, continuaron con la conversación. Sobraban detalles y de a uno fueron tocando temas de interés, sin embargo había un tema tabú del cual ninguno quería saber o tal vez si, pero temían a la respuesta. El silencio se hizo presente pero ninguno de los dos quería que ese encuentro llegara a su fin.
- ¿Otro café? Pregunto el joven. Ella asintió.

Años atrás este mismo encuentro se había dado en este mismo bar, pero el fin era diferente. Jóvenes y con todo un futuro esperándolos, hablaban de sus gustos y los proyectos que tenía cada uno.

Un sorbo de café, risas y un nuevo silencio. Ella miro la ventana, tomo aire y mirándolo fijamente lanzo la pregunta: ¿Cómo esta tu corazón? ¿Hay alguien en tu vida?
El rostro del muchacho empalideció, también quería saber lo mismo pero no sabia como formular la pregunta y ahora debía responder.
- ¿Ey que ocurre? No respondas si no quieres, esta todo bien. Dijo ella con una sonrisa nerviosa.
- Nada, solo que ha pasado tanto tiempo. Dijo seriamente. Lamento lo ocurrido en aquel entonces, no ha sido fácil. Añadió.
El clima era tenso. Un nuevo silencio.
- Como te decía, no ha sido fácil y mas complicado me sentí cuando decidiste dar un paso al costado, creí que no debía comentarte lo que me ocurría pero ya estaba dicho.
En varias oportunidades intente establecer contacto pero no sabía que decir y ahora frente a frente me arrepiento del tiempo que deje pasar para decirte lo mucho que te necesitaba.
Lentamente se fue acercando hacia la joven, ella sentía su respiración y se notó sorprendida cuando sus manos se encontraron. Sus mejillas húmedas producto de la emoción, sin embargo un ruido tedioso pero familiar la hizo desprenderse del lugar.

Las paredes del bar habían desaparecido, al igual que las mesas, el muchacho, la taza de café y el cenicero. En su lugar solo pudo divisar, con la vista nublada, el reflejo del sol ingresando por su ventana y de un solo golpe apago el despertador.
Se estiro en la cama y tras fumar un cigarrillo, como era su costumbre, caminó a la ducha en penumbras y conmocionada por el sueño. Luego del baño de cada mañana, encendió la luz para desenredarse el cabello y con la mirada fija en el espejo dijo…

FUE SOLAMENTE UN HERMOSO Y DESEOSO SUEÑO.

miércoles, 12 de mayo de 2010

El gran compañero...

A continuación hablare de algo que se puede tomar en cualquier momento del día, solo o en compañía, ya sea de otras personas o de algo para comer. Puede ser como desayuno, merienda, o simplemente cuando tengas ganas, mientras ves tele, escuchas la radio, lees, charlas con alguien o te encontras en un momento de meditación. Es una infusión que suele estar presente en rondas de amigos, momentos de estudio, largos viajes e infinidades de momentos. ¿Ya sabes que es? ¿No? Para muchos es más que una simple infusión, es como una sensación, un sentimiento, una tradición, una compañía…

El mate:

La expresión mate proviene del Quichua “mati” que significa calabaza, el mismo se tomaba a través de una cañita denominada "tacuarí", en cuyo extremo se colocaba una semilla ahuecada que hacía las veces de filtro.
Al llegar los conquistadores a estas tierras, notaron que los nativos practicaban el ritual de juntarse a beber una infusión a los que los guaraníes llamaban "caiguá". Esta expresión deriva de los vocablos guaraníes "káa" (yerba), "y" (agua) y "gua" (procedencia), lo que se puede traducir en "agua de yerba".

El mate bien cebado, siempre es espumoso, nunca se deben ver palitos flotando en la superficie, a esto se llama "mate lavado", sucede cuando se ha echado sobre la yerba el agua que ha hervido. Cuando sucede esto es preferible cambiar toda la yerba.
Si las rondas de cebadas son muy grandes cada tres o cuatro cebadas se retira una parte pequeña de yerba y se reemplaza por otra nueva...
Para cambiar el sabor de esta infusión existen varios recursos, uno de ellos es poner una cucharadita de azúcar dentro del mate y quemarla con una brasita de carbón encendida que se deja dentro del mate, se tapa la abertura y se agita hasta que la brasa se haya apagado y el azúcar esté bien quemada, luego se llena el mate como de costumbre.
También se puede optar por agregar cascaritas de naranja o limón seca, una cucharadita de café, hierbas aromáticas como menta, peperina o cedron. También se puede preparar mate de leche reemplazando parte del agua por leche caliente.

Como varias cosas en nuestros días, el mate, también tiene su significado, algunos pueden ser:

¡No te quieren! Si la persona que ceba el mate no tiene onda con vos, entonces recibirás un mate amargo. Ideal para adelgazar.

Amigos. La amistad se mide con el azúcar, así es que un mate dulce significa empatía.

¡Mejor con canela! Si un hombre o una mujer quiere demostrar interés entonces hay que cebar mate con canela.

Buena leche. El mate con leche implica una amistad respetuosa y alta estima.

¡Que vengan los anillos! El mate con miel es lo mismo que una propuesta matrimonial.

¡Sí quiero! Y con cedrón significa que el novio o novia acepta casarse.

Mejor lejos. Si lo que complementa al mate es el limón, entonces el significado cambia. Quiere decir que no te quieren ver cerca.

No me importas. Mate con té, igual a indiferencia.

¡Azúcar! Con azúcar quemada significa simpatía.

¿Quién toma mate con ombú? Difícil responder. Aún así, quien lo haga quiere decir que no deseaba verte.

¡Calor humano! El mate muy caliente es sinónimo de pasión.

Frío invernal. Ahora, el mate helado significa desprecio y el que está hirviendo, odio.

¡Viva la espuma! El mate espumoso indica que una persona ama demasiado a la otra.

El famoso lavado. Cuando lo que flotan son los palos de la yerba, el cebador está diciendo que te vayas a tomar mate a otro lugar.

Largo y corto. El mate largo indica una visita poco grata y el corto que quieren verte más seguido

Y vos… ¿Cómo tomas el mate?, ¿conoces algún otro significado?

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Madurando

¿A que llamamos madurar? ¿Las personas siempre maduran? ¿Cuándo maduramos? ¿Qué nos lleva a madurar? ¿Por qué hay personas que maduran más rápido que otras? ¿Es necesario madurar?
Desde un enfoque psicológico la maduración o crecimiento mental es un amoldamiento progresivo de las pautas de conducta mediante la diferenciación e integración, que incluye la complementación de herencia y ambiente. El ambiente estimula el desarrollo pero para ello necesita de la maduración adecuada. Es un proceso de crecimiento continuo, algunas personas crecen y no quieren hacerse responsables, y buscan el apoyo ambiental. Porque tienen la idea de que no pueden solos contra la vida, es decir evitan el proceso de madurar y darse tiempo para este proceso.

Esa madrugada comencé a notar un cambio en mi el cual no podía comprender, veía todo muy confuso y me aterraba la manera de pensar por la que estaba transitando. Hasta no hace mucho prefería actuar a meditar, pero ahora no logro hacer nada sin antes evaluar lo positivo y negativo de cada situación que se me presenta.
Maitena se sentía diferente al resto, no podía comprender que era lo que le había sucedido y al mirar a su entorno se notaba como un bicho raro. Ya no le divertían las mismas actividades que tiempo atrás disfrutaba, ahora todo era distinto y como es normal, lo distinto nos genera miedo.
Con solo 23 años ya había vivido casi todo lo que se imaginaba y algunas experiencias inesperadas también la acompañaron en este trayecto.
Habían pasado 6 meses desde que conoció lo que es sufrir por amor y aun no podía finalizar su duelo a pesar de que el final se produjo por mutuo acuerdo, para su entorno este asunto estaba completamente superado pero ella sabía que no era tan así. Ocupaba su mente con diferentes tipos de actividades para no pensar en lo que tanto le dolía pero cuando se encontraba en inactividad una serie de hechos se arremolinaban en su mente. Estaba segura de que esa relación había logrado un cambio en ella, pero no quería aceptarlo, negaba lo que le sucedía y no comprendía por que ocurría.
Nada malo le pasaba a Maitena, solamente noto que estaba creciendo.
Las salidas con amigas ya no la divertían, prefería la calma del día a los excesos de la noche. No le interesaba tener relaciones eventuales si no que comenzó a buscar una persona que la termine de complementar, tomaba seriamente sus estudios y ponía empeño en mejorar en el ámbito laboral.
Estos cambios repentinos la aterraban, quería volver a ser como era: descuidada, despreocupada, atolondrada, espontánea, todo lo que creía que la hacia feliz.
Una mañana, en el trabajo le comento a Daniela, su compañera de oficina 2 años mayor que ella, lo que le estaba ocurriendo. Daniela sonrío y le dijo que era algo pasajero pero que necesitaría una ayuda especial. Maitena no creía en psicólogos, pero en esa semana tuvimos nuestro primer encuentro.
Llegando al quinto, me comento el motivo real por el cual se había acercado a mí. No puedo quitar de mi retina esa carita que estallo en llantos al decir que no se conocía. Por una cuestión ética respete ese llanto y cuando note que era el momento comencé a hablar. Su mirada estaba perdida, mis ideas le habían llegado, quería superarlo pero aun faltaba tiempo.
Encuentro tras encuentro nos sumergíamos en su pasado y presente. El juego estaba planteado solo había que comenzar a mover algunas fichas, lo cual le costo mas de lo que creía sin embargo aunque ella no lo notara la aceptación había comenzado a aparecer. Ya no era una niña pero aun no se sentía mujer.
Tenia frente a mi una adolescente que necesitaba respuestas y si bien no se las brinde cuando ella me lo solicitaba le abrí la puerta para que pudiera ver lo que tenia frente a si misma.
El llanto fue desapareciendo, sus ideas comenzaron a tomar forma y el miedo al futuro ya no era como antes. Mentiría si dijera que esta conforme con su nueva manera de ver el mundo, pero ya no la atormenta tanto como el día en que nos vimos por primera vez.

El último encuentro llegó, Maitena no se quería despedir ya que consideraba que si llego hasta acá fue por mi apoyo sin embargo minutos antes de la despedida logre hacerla comprender que el camino siempre lo recorrió sola, yo estaba para levantarla en cada caída pero las heridas las limpiaba ella.
Desde esa día solo nos vimos 3 veces más, estaba sorprendida de lo bien que se sentía y que no cambiaría este estado por nada que le pasara.

Maitena hoy tiene 28 años y una hija por la cual daría su vida, varias veces se tropezó en el camino y muchos tropiezos mas le esperan. Espero que siempre pueda levantarse e identificar donde están las piedras para en un futuro si tiene una frente a si solamente trastabille hasta que logre pasarles por arriba sin más.

Nada malo tiene madurar, lo nuevo siempre nos aterra ya que nos estaremos enfrentando a algo desconocido. Cuando te encuentres en una situación similar a esta, no desesperes, trata de ver el lado positivo e intenta aprender de ello. La vida es un cambio constante y hay que estar preparado para sobrellevarlo de la mejor manera posible.

martes, 20 de octubre de 2009

¿Vivir o Morir?

¿Que ocurre cuando una persona no encuentra, al menos, un motivo que lo ate a la vida? ¿Qué factores llevan a tomar la decisión de dar fin a una vida? ¿Por qué hay personas que lo quieren impedir?, ¿Cuál es el objetivo por el que estamos en la tierra?

Desde que llegamos al mundo sabemos que no seremos eternos, desde nuestros familiares hasta nuestras mascotas, todos tienen un tiempo limitado en esta vida… Me pregunto que es lo que nos lleva a vivir, ¿hay realmente algo escrito que nos indica cada una de las cosas por las que vamos a pasar y en que momento pasaremos a formar parte del abono de la tierra?

Lautaro tiene 24 años y desde hace un tiempo nota que su vida se encuentra estancada. En un primer momento intento ponerle el pecho a diversas situaciones para salir del estanque pero al ver que las cosas no salían como se las proponía, poco a poco fue dejando vencerse.
Veía su vida como una rutina consecutiva y no lograba disfrutar de ninguna de sus actividades, comenzó a dejar de salir, a alejarse de sus amigos, a quitarle importancia a sus estudios, entrando de esta manera en un estado de angustia y solo una idea tomaba fuerzas en sus pensamientos: MORIR.
Cada amanecer era una tortura y mientras viajaba hacia su trabajo pensaba cuanto tiempo mas podría tolerar esta vida. Nada lo podía sacar de su idea, de forma recurrente se preguntaba ¿para que vivo? Pero ninguna respuesta le daba la satisfacción que en ese momento necesitaba.
Día a día se volvía mas irritable, su buen humor estaba eclipsado, y el se encontraba ensimismado… quería morir.
Intentaba alejar la idea de sus pensamientos y ocupar su tiempo en todo tipo de actividades que lo alejaran de su realidad, pero las noches se encargaban de recordarle que no era feliz, y que nada de lo que se proponía se estaba cumpliendo.
Comenzó a dar indicios de lo que le estaba ocurriendo, pero nadie se imaginaba lo que en realidad tenía decidido hacer, hasta que finalmente lo hizo.
La madrugada del 3 de febrero lo despertó un calor sofocante, dio vueltas en la cama e intento conciliar el sueño de mil maneras pero ninguna tuvo éxito, salio de la cama en busca de agua y al pasar por la cocina sus ojos se clavaron en una cuchilla que estaba en la mesada. Sentado a su diestra no podía quitarle los ojos de encima, su mente estaba en blanco, tomo la cuchilla con la mano derecha y la hundió en su muñeca izquierda.
Veía como la sangre brotaba y se formaba un gran charco rojo sobre el mármol, de pronto llego el dolor. Corrió al baño y se ato una gasa sobre la muñeca tratando de evitar que la sangre siguiera saliendo, al poner la gasa nuevamente en su lugar su vista fue directamente hacia un frasco de somníferos que había dentro del botiquín y fue tomando uno por uno hasta dejarlo vació. Minutos más tarde yacía sobre las frías cerámicas del baño, mezclando su cuerpo con sangre y agua.
Al abrir los ojos, no sabía donde se encontraba, pero noto que tenía atados los pies y manos, miro su muñeca y rompió en llanto.
Actualmente, Lautaro, se encuentra en tratamiento psiquiátrico. Mucho tiempo le costo darse cuenta de que había atentado contra su vida, sin embargo las ideas suicidas aun no lo abandonaron del todo y en momentos de soledad continua planteándose que motivos tiene para vivir.

Ahora me pregunto, ¿Qué es lo que nos impulsa a vivir?, si bien no sabemos cuanto tiempo de estadía tendremos en este mundo, tenemos la certeza de que un día vamos a partir.
¿Viviremos para formar una familia, tener una casa, un auto, un perro, un empleo bien remunerado? Pero ¿Qué sentido tiene? Tan errada se encuentra la persona que desea morir o nos equivocamos nosotros al luchar por llenarnos de títulos y objetos materiales que endulzan nuestro ego y nos hace creernos superiores a los demás.

Cuando escuchamos o leemos que un adolescente se suicida no nos planteamos el motivo por el cual lo hizo y muchas veces, cuando se trata de alguien cercano, no sabemos como ayudar, pero lo que si hay algo que hacemos casi por inercia: JUZGAR. Somos tan egoístas que creemos que al tomar la decisión de suicidarse, la persona en cuestión, lo hizo por cobarde, por que estaba loco, por que no pensó en nadie, por que nada le importaba realmente, entre otras.
Si conocemos a alguien que pase por este estado, no lo atosiguemos. Dejémoslo pensar que pueda poner en claro sus ideas y estoy casi seguro que esa persona sabrá pedir ayuda, pero solo cuando lo crea conveniente. Ni antes, ni después.

Nosotros no somos dueños de nuestra vida, pero si elegimos como manejarla, a veces bien, a veces mal pero de cada elección aprendemos algo.
Tal vez morir no tenga ningún sentido, pero que alguien me explique que sentido tiene vivir.

viernes, 24 de abril de 2009

En el anden




Al abrir los ojos sintió que una enorme cantidad de recuerdos se agolpaban en su mente y que el día que le esperaba, no seria como cualquier otro.
Una hora antes que el despertador anunciara las 07:30, Marcelo, ya se encontraba despierto, dispuesto a preparar el desayuno. Preparo su café y salio de la casa hacia el trabajo. Seria la primera vez en meses que llegaría temprano.
Camino a la parada del ómnibus, compro el diario y comenzó a ojearlo hasta que llego el colectivo. Cada mañana era una hazaña respirar en el autobús ya que se encontraba atestado de personas, algunas bostezando, otras de mal humor o con las marcas de la almohada aun en sus rostros. Cualquier otro día se podría haber incluido a Marcelo en uno de los grupos antes mencionados, sin embargo hoy tenia un calido semblante el cual se podía destacar entre los pasajeros.
Llegando a Carabobo se acerco a la puerta del colectivo para bajar y de este modo continuar su viaje, pero esta vez, en subte hacia la oficina.
Ya en la vereda, enciende un cigarrillo y camina, con la calma de un anciano, la cuadra que lo separa de la estación. En el andar sonreía, fumaba y miraba los locales que aun se encontraban cerrados. Al llegar estación, y tras pagar su boleto, baja hacia el anden. Una cantidad considerable de personas se encontraban a la espera del subte. Abrió el diario, intento leer pero fue imposible, entonces lo guardo en su maletín y lo leería en la oficina.
Tras mirar el reloj y confirmar que estaba con tiempo de sobra, se dispuso a mirar los rostros de los sujetos que allí se encontraban, de repente su calido semblante tomo otra forma. No podía creer que a pocos metros de el se encontrara alguien que tiempo atrás había sido muy significativa en su vida. Gabriela, su ex novia.
Formalmente vestida, con una acentuada ofuscación en su rostro, miraba la vía con ansiedad. Dos años habían pasado de la ultima discusión, desde entonces no se habían visto debido a que ella dejo de vivir en Villa del Parque, barrio en el que Marcelo continua viviendo, y cambio el numero de su celular por motivos que no conocemos.
Marcelo encontró sentido a la tormenta de recuerdos que se agolpo en su mente al despertar. Un día como ese, pero dos años atrás, el había decidido dar por finalizada la relación que mantuvieron durante seis años.
¿Que hago?, pensaba. Tantas cosas por hablar habían quedado pendientes, sin embargo, al intentar acercarse sintió que sus pies pesaban demasiado y no le permitían moverse. Tenía la boca seca, por lo que tampoco pudo pronunciar una palabra. Nuevamente encendió un cigarrillo, como para darse ánimos, e intento caminar hasta ella sin oír que varias personas se quejaban debido al humo que emanaba. El subte llego. Casi todas las personas allí presentes, Gabriela entre ellos, se agolpaban en las puertas del transporte dándose empujones con el fin de conseguir un asiento pero ella no lo logro y debió quedarse parada en la puerta con la mirada fija en el andén. En ese instante sus miradas se cruzaron.
Marcelo continuaba estático en su lugar. Ella se sonrojo al verlo, y escondió su mirada en el suelo, tras un bocinazo el subte arranco.
El joven no daba crédito a lo sucedido, todo tipo de sentimientos afloraron en su ser y el reproche por no haber actuado no tardo en hacerse presente en la escena. Nuevamente la esperanza de una charla civilizada se esfumaba delante de el.
Durante varios días intento forzar al destino y volver a cruzarla pero sus esfuerzos no fueron suficientes. Día tras día llegaba al anden a la misma hora, recorriéndolo de punta a punta, busco datos de Gabriela en las guías telefónicas locales sin resultado alguno, como ultimo recurso redacto una carta y la dejo en el buzón de la antigua casa de ella aunque a los pocos días esta regreso a sus manos, debido a que los actuales dueños no sabían que fue de la vida de la muchacha que antes ocupaba ese hogar. Sin embargo el continua intentando encontrarla...

Como antes les comente, el día en que se cruzaron se cumplía un nuevo aniversario del distanciamiento y varias dudas me surgen sobre este dato.
¿Era realmente Gabriela a quien Marcelo vio en el anden, o su inconciente le jugo una mala pasada? Si bien la muchacha se sonrojo al notarse observada, tal vez fue producto del cruce de miradas que ambos supieron sostener por escasos segundos.
¿Que le ocurrió a Marcelo que no le permitió hacer nada en ese instante?
Preguntas como estas, me surgen al releer el relato. Son respuestas que tienen solamente ellos y tal vez saben por que actuaron de esa manera. Quizás algún día se vuelvan a encontrar, quizás no, lo cierto es que Marcelo aun continua esperándola, cada mañana, en el anden, a la misma hora que se dio el cruce anterior. Buscándola con desesperación entre los rostros y compartiendo algún que otro bostezo con los pasajeros.

martes, 17 de febrero de 2009

Selección de Personal?

Cuando el simple acto de conocer a alguien toma el mismo rumbo que la reconocida reclutación de personal...

En la actualidad existen infinidades de medios informáticos destinados a facilitarnos en la interminable búsqueda de personas con las cuales podemos llegar a compartir: mates, salidas, una relación de amistad o encontrar el tan buscado amor.
Con solo ingresar en una pagina de este estilo y filtrar los desplegables, ya sea por: zona, edad, sexo o color de pelo, entre otras, obtemos un reporte de aspirantes que cumplen con los requisitos solicitados.
Llega el nuevo filtro. Con los resultados obtenidos en la primera búsqueda comenzamos un recluting más fino donde invitamos a personas que nos interesan: estéticamente o por su breve descripción. Si ambas personas están interesadas en conocerse damos paso a la primera entrevista: MSN!
Aquí comienza el filtro real para nuestra empresa, quiero decir vida. Los contactos añadidos y la persona que los agrego comienzan con una suerte de oferta y demanda de personalidades lo que deriva a que cada uno/a de los aspirantes lleguen a grupos como: Para conocer a futuro, amigos, conocidos, ¿para que te agregue?, etc. Los/as mas desafortunados/as, es decir las personas que no nos transmiten nada, a los pocos días ni siquiera aparecen en dentro de nuestra cuenta.

Dentro de las charlas, comienzan a surgir las listas interminables de perfiles: sensibles, chocantes, enamoradizos/as, tímidos/as, lanzados/as, y podemos seguir nombrando toda la noche.
Tras horas de conversación en las cuales reiteramos nuestra rutina o simplemente hablamos de la vida, seguro que si la charla se torna densa el interlocutor lee por arriba lo que estamos contando ya que se esta durmiendo o por el ingreso de otro postulante, llegamos a la entrevista final. Aquí es donde comienza el fin de la búsqueda, tras la cita se define el grupo al que pertenecerá ese contacto.

Si bien no estoy en contra de este tipo de páginas siento que me generan una suerte de DEJAVU… Díganme, esto que acaban de leer ¿no les recuerda a las tediosas búsquedas laborales?

Oferta
Postulación
Selección de Curriculums
Entrevista
Quedas en la base de datos para próximas búsquedas
Contrato temporal
Contrato definitivo

¿Casualidad o simple coincidencia?

Por suerte no son tantas las personas que estudian carreras afines a la administración de empresas, si no también deberíamos pasar por una lista infinita de test en los cuales se identificarían nuestras aptitudes para el puesto ofrecido. Aunque si lo pensamos solo unos momentos podemos llegar a la conclusión de que ni siquiera safamos del preocupacional, como el que realizan las empresas antes de contratar a sus empleados, ya que antes de firmar el contrato (léase: Matrimonio) TAMBIEN NOS SOMETEMOS A LOS ANALISIS DE RUTINA PREVIOS AL PASO POR EL REGISTRO CIVIL!!!

Definitivamente, en esta vida todo tiene que ver con todo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El Impulso

El calor de la noche interrumpe mi sueño, me siento en la cama miro a mi alrededor y a media luz veo que todo esta como lo habia dejado horas atrás. Intentando hacer el menor ruido posible me acerco hacia la silla donde se encontraba la ropa que utilize el dia anterior. Me visto. Salgo a la calle sin rumbo definido y me largo a caminar acompañado de los destellos de la luna que a mi paso deja sombras en la solitaria avenida; pasada la primera hora de mi caminata solitaria me pregunto ¿Qué hago caminando a estas horas, sabiendo que mañana debo madrugar? pero la pregunta se pierde en la oscuridad sin respuesta al igual que el Palio blanco que hace instantes paso junto a mi lado.
Continuo con este ataque repentino de ejercicio nocturno y sin proponermelo llego a una plaza la cual no podia reconocer ya que no se encontraba iluminada ademas no tenia nocion de donde me encontraba y como hacer para regresar a mi hogar. La plaza parecia ser bonita pero no podia ingresar ya que se encontraba enrejada, al igual que todas las plazas de la ciudad de Buenos Aires; la recorro con la mirada y me propongo entrar saltando las rejas que me separan de una hamaca que se balancea al compas del viento. Lo logre! Estoy sentado en la hamaca la cual ahora se mueve al ritmo de mis movimientos, bajo la mirada y veo que mi pantalón se ha rasgado con una de las puntas de la reja tambien noto un pequeño hilo de sangre al que no le doy importancia. De esta manera comienzo a darle impulso a la hamaca con mi movimiento, la brisa nocturna acariciaba mi rostro mientras que una nueva pregunta emergia de mi interior.
Esta vez si le di importancia y en voz alta dije ¿Qué hago aquí?, la unica respuesta que obtuve fue de un grillo, que seguramente estaria entre las amapolas que rodeaban la calesita, pero como es logico no interprete mas que un simple ruido. Comenze a mirar hacia mi interior en busca de la solucion a este enigma pero nada de lo que encontraba daba sentido a la pregunta, calculo que estuve hamacandome cincuenta minutos consecutivos sin detenerme a tomar aire, hasta que de repente escucho el cantar de un pajaro. Este se encontraba sobre uno de los fierros de la hamaca lo miro detenidamente y me doy cuenta que era un gorrion, el ritmo del balanceo comienza a reducir, un estornudo repentino hace que el bipedo emprenda vuelo. “Debe estar por amanecer”, me digo, parandome rapidamente busco comenzar el regreso a casa. Salgo de la plaza, esta vez sin sorpresas en la ropa, e intento repetir el camino que me habia llevado hasta ese lugar. Llego a la esquina miro a ambos lados y con lo unico que me encontraba era con mas oscuridad. Decido ir hacia la derecha, camino en linea recta alrededor de treinta cuadras hasta que veo a pocos metros de distancia una garita precaria iluminada por una lamparita que le daba luz opaca en el interior. Me acerco, golpeo la puerta suavemente unas dos o tres veces hasta que un hombre de aproximados sesenta años abre una pequeña ventana, intentando darle fin a un bostezo que se habia adueñado de el.
Disculpe, necesito llegar hasta la casa de un familiar pero no conozco mucho la zona, (me daba demasiada vergüenza decirle, “señor: Sali de mi casa no se por que, me perdi y ahora no tengo la mas minima idea de como volver), el hombre me mira con cara de asustado y era logico, ya que la seguridad en estos dias deja bastante que desear, sale de su lugar de trabajo y con una mezcla de amabilidad y temor me explica como debo llegar. El cantar de los pajaros ahora se torna consecutivo, por lo que decido apurar el paso sin detenerme por nada ni nadie, (absurda es la segunda opcion ya que no conozco a mis vecinos por una cuestion de interes, asi que seria poco probable encontrar a alguien y que ademas me salude), al llegar a la esquina de mi casa sonrio y normalizo el paso. Silenciosamente vuelvo a entrar a mi cuarto y sin quitarme la ropa me tiro sobre la cama, minutos después suena la alarma del despertador. con cara de odio lo apago. Tomo las prendas limpias, me dirijo al baño para ducharme y de esta manera doy comienzo a una nueva jornada la cual para mi ya habia comenzado. Nuevamente salgo a la calle, esta vez si con destino definido… el trabajo, llego a la parada del colectivo y milagrosamente este estaba en la parada esperando que termine de subir una mujer que tenia un niño en brazos. Pago mi boleto, camino por el pasillo y me siento en uno de los asientos del fondo; apoyo la cabeza sobre la ventana y esta vez sin buscarlo consigo responder la pregunta que me habia hecho horas atrás…”¿Qué hago aquí?,”…
Esa noche habia seguido un impulso que me habia llevado a caminar incontable cantidad de cuadras, sin pensar que al otro dia tenia obligaciones por cumplir, estaria arrepentido de haber seguido un impulso sin antes haberme planteado lo que me estaria esperando al dia siguiente? La respuesta salio sin espera alguna y fue un rotundo NO. Me di cuenta que estaba contento de que por una vez en la vida hice las cosas sin pensar y que “ese impulso” me habia ayudado a conocer el barrio de noche. Si bien para algunos puede parecer una tonteria, para mi no lo era ya que nunca realizaba nada sin antes pensarlo reiteradas veces, fijo la mirada en la numeración de calle al darme cuenta que estoy en Irigoyen al 2400, bajo del colectivo e ingreso al trabajo con una sonrisa, cosa que tampoco sucedia a menudo.
Ese dia logre adelantar trabajo para varias semanas, rendi como empleado de una manera que antes no lo habia logrado… tal vez lo que me estimulo es que horas atrás habia conocido una nueva parte de mi, quizas ya la conocia y sin proponerlo la modifique, puede haber tantos tal vez o tantos quizas, la cuestion es que a partir de esa noche aprendi a darme cuenta de que no todo lo que uno quiere hacer debe ser pensado como una estrategia para una gran competencia y que muchas veces debemos seguir nuestros impulsos sin plantearnos nada al respecto. Es la unica manera de conocernos, de tomar experiencia en algunos aspectos de la vida… ES LA UNICA MANERA DE CRECER